Datos adicionales - Entrevista

Pedro Jorge Mariátegui Chumbes, Bibliotecario de profesión, con una  amplia experiencia y también en nuestra propia biblioteca nos brindó algunos datos sobre Ciro alegría en una conversación extensa a manera de entrevista que le hiciéramos en Huanchaco.
Aquí presentamos como complemento a este blog datos interesantes que nos proporcionó.
 

¿Qué datos curiosos sobre Ciro Alegría recuerda?
Bueno lo primero que se me viene a la mente es que su partida de nacimiento no la han encontrado. Hay dificultades porque antes la gente sólo se bautizaba y eso era más que suficiente, y por eso es que hay tanta ambigüedad con la fecha exacta de su nacimiento.
Buenos sobre su niñez ustedes saben que nació en hacienda de Quilca pero que luego se mudó a la haciendo de su abuelo en Marcabal Grande y eso era porque su padre estaba distanciado con su abuelo. Años atrás su padre José Alegría administraba la hacienda de Don Teodoro Alegría mientras él vivía en Lima, pero desafió su autoridad casándose con la hija del capataz, entonces regresó pues el abuelo y lo deportó a esa pequeña hacienda donde nació y creció Ciro. Ya luego que se le pasó el coraje al gruñón de su abuelo lo manda a estudiar a Trujillo.
Otra cosa que también he leído sobre su personalidad es que Ciro Alegría era bien gracioso y burlón. Cuando estudiaba en el Seminario San Carlos y San Marcelo, con otro amigo se burlaban mucho de otro joven seminarista por lo flaco que era, decía que era tan flaco que la correa le daba dos vueltas al pantalón. Este jovencito llegó a ser un poeta finísimo, se llamó Luis Valle Goicochea. Después terminarían siendo amigos.
Y Sobre su esposa Dora Varona recuerdo que la metieron a la cárcel acusada de terrorismo aquí en el Perú, fue todo un escándalo hace 8 años aproximadamente. La encontraron con algunos documentos comunistas de Ciro Alegría. Si no fuera por todos los escritores y poetas tanto peruanos y chilenos que alzaron su voz de protesta no se sabe en qué hubiera terminado esto, hasta el presidente de ese entonces tuvo que intervenir.


Respecto a su obra, ¿ por qué cree usted que tuvo tanto éxito en ese entonces El Mundo es Ancho y Ajeno?
Porque Ciro Alegría estaba maduramente escritor, había leído mucho, había escrito mucho, había sido periodista, tenía una gran fuerza escritora; además porque es una de las primeras obras del Perú que habla de la psicología del trabajador y del esclavo y de la persona que estaba so juzgada por un patrón y el quiere demostrar a la gente que ese sistema político no debe existir.
El trata en la novela de presentar este drama que es espantoso entre la diferencia del poder de una persona que tiene dinero y el campesino al que no le pagan nada, abuso del patrón, y el sufrimiento del trabajador Además es una novela bien amplia psicológicamente bien dispuesta, sociológicamente un grito a la sociedad: "Quiero ser esto, yo soy peruano como todos ustedes y no pueden hacerme un esclavo dentro de mi país". Ciro Alegría siempre ha sido un defensor, un estudioso de la gente de la selva norte y eso también se influencia con el hombre en la selva en la forma como hablaba del ambiente selvático, del clima tan fuerte ha sido muy descriptivo dentro de sus obras. Por ejemplo en Los Perros Hambrientos sin ser Walt Disney él hace hablar a los perros, describe el comportamiento psicológico de los perros haciendo un paralelo entre los perros y la gente, un mundo de gente y un mundo de perros.


¿Cuál cree usted que fue la razón por la que Ciro Alegría decidió integrar el APRA?
En ese entonces el APRA era un partido demócrata muy bien cimentado y estaba de moda. Entonces pues uno podía decir yo entro, aprendo y una vez que aprendo y que tengo idea de lo que es un partido político puedo postular a ser diputado o cenador y puede que ser que gracias a eso haya llegado a ser congresista y presidente de la constituyente, porque él fue uno de los que dio las ideas y firmó la constitución del 79.
Además no necesariamente uno tiene que ser de un partido político para que tenga un concepto acerca de una actitud, no necesariamente por ser del partido aprista se dedicó a defender a la gente sino porque todos somos humanos, todos somos pensantes. Ese es el pensamiento importante del hombre que junto con otros hombres puedes hacer una gran labor y alzar tu voz de protesta contra gente que tiene dinero y abusa de tus hermanos, porque el gobierno central sólo se preocupa de darle gobernabilidad a Lima.
Entonces como te decía anteriormente Ciro Alegría protesta siempre contra el feudalismo peruano, contra el feudalismo criollo mejor dicho, y contra los grandes explotadores de caña de azúcar o algodón, y no contra el gobierno exactamente sino contra el régimen feudal que existía en el Perú y sobre todo aquí en La Libertad. Estaban los Larco que gobernaban todo el norte explotando a todos los trujillanos pagándoles una miseria o no pagándoles nada y también protesta contra estados unidos que en ese entonces era un líder económico que manejaba todos los recursos hasta que entro Velasco y sacó a los americanos del país.

Debemos mencionar que algunos otros datos que nos fueron proporcionados fueron complementados con otras fuentes e introducidos en nuestras entradas anteriores. Sólo nos resta agradecer al señor Jorge Mariátegui por el tiempo brindado.

Epílogo






Como ya sabemos Ciro Alegría murió el 17 de febrero de 1967, tras sufrir una hemorragia cerebral, a los 58 años de edad.
Al morir solamente se habían publicado las tres novelas: La Serpiente de Oro, Los Perros Hambrientos y El Mundo es Ancho y Ajeno. Las tres son imborrables testimonios de la realidad peruana, en la que tienen un gran peso específico, cuatro quintas partes, los indígenas. Una gran novela en la que trabaja todo este tiempo, Lázaro, queda inconclusa a su muerte, aunque un fragmento de ella es publicado por Dora Varona en 1973 en Losada. Lázaro quiso ser, alejándose del ambiente rural de sus otros libros, un gran documento de las luchas sindicales y revolucionarias en el Perú urbano. Era un gran proyecto que se desarrollaba con lentitud y que la muerte interrumpió.
De manera póstuma se editaron 13 libros juveniles, 4 novelas, 3 libros de cuentos y un libro de memorias. En preparación hay tres libros más: Boceto de un Retrato del Perú (escritos periodísticos publicados en Puerto Rico, Cuba y Lima), Mi Máquina de Escribir (artículos publicados en el año 1933 en La Tribuna aprista) y Breve viaje a través de la literatura.
Falta investigar, recopilar y seleccionar muchos otros artículos publicados en Estados Unidos y que seguramente serán materia de varios otros libros. Pero esta tarea de recopilación de la obra de Ciro Alegría está siendo realizada por su tercera esposa Dora Varona.

Reencuentro con la patria


Después de 23 años de exilio, finalmente puede regresar a Perú en 1957, donde es recibido por el pueblo en un estadio con un entusiasmo inaudito.
Nadie se podría imaginar que sentía Ciro Alegria en ese momento al regresar a su tierra natal , aquella tierra que tuvo que dejar hace tanto tiempo debido al destierro.
Luego se incorporasía a la Academia Peruana de La Lengua en 1960 y tres años después es elegido diputado por el departamento de La Libertad.
Posteriormente asume el cargo de Presidente de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas. Ejerciendo este cargo fallece el 17 de febrero de 1967.

Camino cuesta abajo


Quien no haya leído las tres obras mayores de Ciro Alegría se pierde ciertamente mucho de la mejor literatura americana. Son tres libros complementarios que siguen brillando indiscutibles entre las más altas cimas de la novela del siglo XX. Relatos geniales de un gran escritor desconocido hasta ese entonces que paradójicamente al alcanzar el reconocimiento y el éxito dejó de producir obras de tal envergadura.
Pero alguna vez nos hemos preguntado ¿por qué llegó Alegría a un silencio casi total luego de la publicación de El Mundo es Ancho y Ajeno? Siguió escribiendo, sí, y publicando uno que otro libro, pero sin llegar jamás a esa cúspide que logró con esa obra… Sólo queda la especulación para dar una respuesta. Posiblemente sintió que ya había llegado a su límite y fue consciente que lo publicado después no estaría a la misma altura, salvo que hubiese repetido fórmulas, lo que un escritor auténtico jamás haría.

Comenta en un texto de 1947 recogido en sus memorias: Esa facilidad según la cual escribí, por ejemplo, el capítulo Sangre de Caucherías en un día se me ha esfumado. Cada día estoy más descontento de mi trabajo, rehago y corrijo, enfoco de diez maneras un mismo tema, y por último lo abandono. Esta ha sido una de las angustias de los últimos años. Así tengo tres novelas comenzadas y no sé cuándo las terminaré.

Un gran cambio

El Mundo es Ancho y Ajeno trajo mucho éxito y reconocimiento a la vida, hasta ese entonces oscura, de Ciro Alegría. Se produce entonces una gran mutación en su vida. Se convierte en uno de los referentes fundamentales de una nueva literatura que empieza a abrirse camino en América, comprometida y brillante, indigenista y clásica a la vez, que es ampliamente elogiada por la crítica.
La vida de Ciro Alegría que se desgrana en sus memorias a partir de este momento es la de otro personaje, es la vida de un gran escritor, pero triste y paradójicamente, la de un gran escritor que desde ese momento deja de producir los grandes relatos magistrales que marcaron su etapa anterior. A partir de entonces, publica sólo obras menores, algunas colecciones de cuentos, como Duelo de Caballeros (Losada, 1965), y la novela corta Siempre Hay Caminos, editada póstumamente junto a otras narraciones breves por Universo (Lima) en 1969.

Dora Varona, una cubana en su vida




La recopilación de la obra de Ciro Alegría está siendo realizada por su tercera esposa Dora Varona. Cubana de nacimiento que a los 13 años conoció el aplauso del público siendo conocida por toda Cuba como la niña poetiza. A los 19 años publicó su primer libro de poemas y luego se ganó una beca para ir a España a estudiar literatura. Creció entre halagos y fue mimada desde entonces, pero cuando se casó con Ciro optó por convertirse en su secretaria privada.
Al enviudar, se quedó con tres pequeños hijos y uno más en el vientre, afrontando un verdadero vía crucis para poder mantener a su familia. Trabajaba en doble turno como maestra de escuela cuando ordenando la biblioteca de Ciro se detuvo en un libro sobre la vida de Ana Grigorievna, segunda esposa de Dostoievski. La lectura fue más bien una revelación y a partir de allí decidió dedicarse a recopilar la dispersa y prolífica obra de su marido.
En el 2008 Dora Varona fue entrevistada por el diario el Comercio y he aquí dos preguntas que le hicieron sobre su esposo.

Usted ha dicho, en otras entrevistas que ha dado, que con la muerte de Ciro Alegría acabó su silencio literario y que recién ahí pudo desarrollarse como escritora. Su trabajo se conoce por su poesía, ¿por qué su primera novela está dirigida a niños?
Posiblemente porque este material ya lo tenía trabajado. Únicamente por eso, porque realmente yo había trabajado toda la vida en poesía, hasta que me casé con Ciro. Ahí solamente trabajé haciendo bebés porque ya no escribí más. Él no me dejaba, no me daba tiempo, me ocupaba la vida entera y me consagré a su obra. Me he consagrado 41 años a la obra de Ciro Alegría. De tres libros ahora son 27 los publicados. Todo eso de él. Mío solamente está la buena visión de ser una buena editora, seleccionar y hacer libros con, por ejemplo, todos los cuentos y relatos de los Andes, de la selva y de la costa: tres libros. Y a novelas inconclusas darles un corte maestro para que se publiquen; y luego juntar novelas cortas -dejó tres- y hacer otro libro; juntar todos sus cuentos y relatos en una antología.

También ha dicho que va a terminar de trabajar en la obra de Ciro Alegría con la próxima publicación de Cartas de Amor entre Ciro Alegría y su Alumna. ¿Ese sería el último libro, para luego dedicarse por completo a su propia obra?
Exactamente. Ya Cartas de Amor entre Ciro Alegría y su Alumna, que soy yo porque fui su alumna en la universidad, está listo en espera de un gran editor, porque es un libro que tiene que ser presentado muy exquisitamente porque el contenido lo es. Con ese libro yo considero que ya cierro todo mi trabajo, tengo otros dos, pero que son ensayos. Uno es Boceto de un Retrato del Perú, que ya está listo solamente hay que copiarlo y buscarle un editor. El otro se llama Breve Viaje a través de la Literatura. Todos son artículos de él sobre los dos temas.Pero en cuanto a mí, no es que yo dejara de escribir. Cuando murió Ciro, menos de un año después ya empecé a editar. La editorial Lozada de Buenos Aires publicó mi libro El litoral cautivo. Antes de haberme casado, ya se habían editados otros. Tengo cinco libros de poesía y cinco en prosa.

A pesar de la rudeza en las expresiones de Dora Varona haciendo ver como si hubiese desperdiciado su vida de escritora por consagrarse a su esposo, no se puede dudar del amor que le profesaba, porque aún hoy después de muerto ella sigue luchando por que se le hagan todos los reconocimientos que se merecía.

Un primer amor


Rosalía Amézquita, quien fuera su primera esposa en Chile, lo recordó así: En Santiago de Chile estuvimos siempre pobres, algunas veces muy pobres, pero nunca tanto como para necesitar préstamos de amigos ni para dejar de pagar nuestro gastos. Trabajábamos a buen paso, sin apuro, sin angustias y vivíamos muy contentos.

Su optimismo era contagioso así como su buen humor. Dios proveerá, era nuestro lema y entre tanto que trabajábamos nos iba cayendo el maná del cielo…escribía semi-sentado sobre una chaise-longue o sobre su cama, según la hora, con las rodillas un tanto levantadas y apoyando las cuartillas sobre un tablero liviano que teníamos para el caso. Era costumbre adquirida cuando estuvo enfermo. Escribía muy preocupado y levantando la vista de cuando en cuando… directamente a la máquina solo escribió La Serpiente de Oro. Todo lo demás fue con su Parker vacumatic, como la llamaba, y que conservó desde Lima hasta Estados Unidos.

Con estas palabras podemos darnos cuentas de la vida tan difícil que llevaba Ciro Alegria antes de ser mundialmente conocido, una vida de duro trabajo y pocos lujos; pero siempre a lado de su primer amor, Rosalía Amézquita.

El amor en su vida

El amor en la vida Ciro Alegría estuvo presente en tres oportunidades. En su exilio en Santiago de Chile, se desposó con su tía segunda, Rosalía Amézquita Alegría, con la que tuvo dos hijos, Ciro y Alonso. (Alonso Alegría ha llegado a ser un considerado dramaturgo peruano).
Se divorcia desde Nueva York, en 1945. Posteriormente, se casaría con una portorriqueña, con la que no tendría hijos, Ligia Marchand, y de la que se sabe muy poco.
 Por último, desposaría en terceras nupcias a la poetisa peruano-cubana Dora Varona, recopiladora y estudiosa de su obra, con la que tuvo cuatro hijos: Cecilia, Ciro, Gonzalo y Diego, de los cuales Diego, el menor nacería póstumamente y fallecería con 14 años. (Gonzalo Alegría es presidente de la Fundación Mundi, desde la cual colabora con el Perú y la obra de su padre.)

Sello autobiográfico III: "El Mundo es Ancho y Ajeno"




El diario La República publicó una nota sobre la importancia de esta novela, donde entre otras cosas se dice: Brillante desde el título, El Mundo es Ancho y Ajeno, ocurre en una comunidad de la sierra del norte del Perú, convulsionada por la resistencia de sus habitantes y su sabio alcalde a la expoliación de los gamonales, el holocausto y la emigración de las víctimas.
El titulo de El Mundo es Ancho y Ajeno, explicado al final en un discurso de tipo marxista, significa que para los pobres el mundo es ancho, y por eso los privilegiados los empujan de un lado a otro, pero es siempre ajeno, porque ni siquiera obtienen salarios suficientes para vivir. Se trata de los sufrimientos de una comunidad de indios, en los cerros del Perú, más o menos desde 1910 hasta 1928. El hacendado don Álvaro Almenábar despoja a los indios de sus tierras, los destruye. El alcalde Rosendo morirá en la cárcel a golpes. Al bandido rebelde, el Fiero Vásquez, le cortaran la cabeza. La insurrección social de Benito Castro se ahogara en sangre, bajo los máuseres del gobierno. Para que no quede dudas sobre las inhumanas condiciones a las que vive sometido el indio; la novela nos pasea por la geografía peruana: valle, montaña, selva, costa, aún a la ciudad de Lima y nos mostrará el trabajo en el campo, en las minas, en las caucherías. La acción principal del relato es simple, pero irregular: hay escenas sueltas, biografías de indios, episodios históricos, cuentos, leyendas, canciones…se mueve por la novela todo un pueblo y ningún personaje alcanza a vivir con toda la fuerza del arte, aunque se ve que Alegría ha querido hacerlo con el anciano alcalde indio, Rosendo Maqui…novela de protesta, sin unidad de tono, pero legible y eficaz.

El escritor Eduardo González Viaña relata una anécdota de Ciro Alegría referida su persecución política y posterior experiencia en prisión: Cuando lo conocí, varias décadas más tarde, Alegría me contó que allí, entre sueños y en medio de las cuatro paredes carcelarias, había visto a Rosendo Maqui y a los diversos personajes de su épica novela El Mundo es Ancho y Ajeno. “Me moría de ganas de salir de allí para escribirla" - me dijo.

Palabras que nos permite darnos cuenta de esa genialidad que poseía Ciro Alegría, genialidad que pocos escritores poseen, la que les permite visualisar toda una obra en su mente para luego solamente ser escrita.

Génesis de su más grande obra

La génesis de El Mundo es Ancho y Ajeno, la obra mayor de Ciro Alegría, contiene en sí ya una historia interesante.
En junio de 1940 Alegría decidió entrar al concurso“Farrard and Reinhard” y dudo entre Surcos Nuevos y Sinfonía de Sombras, dos novelas inconclusas. De pronto recordó su gran título (cuando creaba Los Perros Hambrientos, al capítulo XIII lo llamó El Mundo es Ancho y Ajeno. En voz alta le comentó a su esposa: ¿no te parece que este título es toda una novela?) y de puro entusiasmo escribió las 48 páginas iniciales.
Nuestro escritor ya tenia concebida en la mente toda la obra sólo hacia falt encontrar el tiempo suficiente para escribirla. Recordemos que por estos tiempos en la familia Alegría sobraba trabajo y faltaba tiempo. Pero felizmente todo se solucionó con la intervencion de algunos de sus lectores que emocionados con el brillo de su obra decicideron pasarle una pensión mensual con el propósito de darle toda la tranquilidad para que se concentrara sólo en escribir.
Ciro Alegróa hizo planes para continuar con tres páginas por día, más estos iban disminuyendo y el número de páginas por escribir aumentaron hasta 25 diarias. En julio se amplió el plazo para el 15 de noviembre. ¡Qué respiro! ¿ya ves tú? El sol amanece para todos, le dijo a su esposa. Y empezó a escribir sosegadamente pero sin descanso. El 4 de noviembre cumplió 31 años y tenía 300 páginas para copia.

Doña Rosalía Amézquita, primera esposa de Ciro Alegría, cuenta: Don Enrique Espinoza, gran amigo nuestro, le ofreció la ayuda de un joven refugiado español, Clariana, que desde las 8 de la mañana del día siguiente comenzó. El arreglo con Ciro fue de bohemio a bohemio: si obtenía el premio le pagaría 10 mil pesos, y si no, le daría únicamente las gracias. El sistema aumentó en un eslabón, pues Ciro me daba sus originales, yo los ponía a máquina y Clariana sacaba las copias. Así diariamente durante esos hermosos, dinámicos y alegres 10 días inolvidables para nosotros. A las 5 del amanecer del 15, Ciro me sacó de la cama con su característico semi-silbido para darme más originales: “Mochi, 732 páginas. Lee aquí, dice FIN”. Se escurrió dentro de la cama, se despidió y se quedó dormido automáticamente. El había concluido. Esa tarde entregó los originales, el 15 de diciembre ganó en Chile y el 28 de febrero de 1941 en USA.
Sobra decir que luego de ganar el concurso Ciro Alegría devolvió todo el dinero que le habían prestado, pero ni aún así se salvó de malos comentarios de gente que no estaba bien enterada de los hechos.

Sello autobiográfico II: "Los Perros Hambrientos"


Dice en sus memorias Ciro Alegría que Los Perros Hambrientos nació de una lucha por la vida en un sentido estrictamente biológico.
Convaleciente de una grave enfermedad, sufre una pleuresía que, al complicarse con una embolia, lo deja ciego y con medio cuerpo paralizado. Su recuperación es lenta: Me olvidaba frecuentemente de las palabras. Sabía que en alguna latitud del idioma existía el vocablo buscado, pero no atinaba a dar con él...Cuando lo encontraba tenía la impresión de haber encontrado un viejo amigo.
En este regreso a la vida el médico que lo atendía le dice que escribir puede ser una buena terapia para recuperar el funcionamiento normal del cerebro. Así, los ladridos de los perros en el pinar que rodea el sanatorio se mezclan con recuerdos de su niñez andina para echar a andar una historia en la que los canes son los primeros protagonistas y a la que luego se van incorporando los hombres. Así nace Los Perros Hambrientos que es publicada en Chile en 1939 y obtiene el premio Zig-Zag.

Sello autobiográfico I: "La Serpiente de Oro"




Por si no lo sabías, te contamos que se trató de la primera obra de Ciro Alegría, escrita en el año 1935, con la cual ganó el premio de la Editorial Nacimiento en Chile, lugar donde se encontraba asilado políticamente debido a sus ideas opuestas al gobierno militar de entonces (Oscar R. Benavides).
Esta fue la única obra que Ciro escribió directamente a máquina debido a que en 1936 enfermaría de tuberculosis y desde entonces le quedaría prohibida.
La Serpiente de Oro, nos hace una denuncia explícita de la pobreza en el Perú y de la discriminación social, a través de un texto que nos ambienta en plena zona rural de nuestro departamento; Alegría toma como base de la obra muchos de los momentos que él ve cuando era  niño en la hacienda de su padre.
Tenemos por ejemplo los rebeldes que pasaban por su hacienda huyendo de la justicia, el hombre con una enfermedad muy parecida a la Uta que llegaría a su hacienda para quedarse como un trabajador más y que luego se convertiría en uno de los más grandes influyentes en la vida del pequeño Ciro, estamos hablando de Manuel Baca, el gran narrador popular. 


Ciro Alegría, nos presenta al río Marañón, uno de los más afluentes e importantes del Amazonas; precisamente es este río el personaje principal de la obra, la misma serpiente de oro, por su forma y por su riqueza. Luego aparece el poblado de Calemar, lugar donde se desarrolla la historia.
La Serpiente de Oro exalta la figura de los cholos o mestizos, narrando su lucha contra las fuerzas del río Marañón. Constituye una gesta a través de la cual Alegría contrapone la civilización a la barbarie. Sin embargo, el cholo vive en un paraíso, un mundo cerrado, sin vínculo alguno con el mundo exterior.

Pese a ser su primera obra logró bastante, la mezcla hombre y naturaleza son magnificas, es una muestra fiel a las peripecias de las personas que viven por esos lugares, además algo que se realza de esta novela es el uso del lenguaje natural, propio de esos lugres. Pues está escrita tal cual sus protagonistas hablan para dar un toque de realidad y ser capaz de transportar al lector al universo donde se desarrollan todos los acontecimientos.


Frutos de la vida y la inspiración

Enrique Anderson Imbert, escritor y profesor argentino,escribió en su Historia De La Literatura Hispanoamericana: El más reputado de los novelistas realistas es Ciro Alegría. Su simpatía por los desvalidos, por los humildes, por los indios, por los trabajadores mana generosamente. Su prosa es siempre poderosa. En la Serpiente de Oro; Los Perros Hambrientos; El Mundo es Ancho y Ajeno, aunque la naturaleza y las masas son más visibles, se mueven también personas artísticamente creadas. Y es que para Ciro Alegría, el arte y la poesía no son puro juego intelectual, sino que obedecen a una noble pasión de justicia humana y esto lo hace notar en sus tres más grandes obras.
Al leer las tres grandes obras de Ciro Alegría hemos podido notar que en todas el tema primordial es alguna lucha social. Los balseros de La Serpiente de Oro, que viven y mueren en las aguas del Marañón, el gran río que tiene la bravura de un puma acosado; los campesinos serranos de Los perros hambrientos en lucha incesante contra la sequía, el hambre y la miseria; los comuneros de El Mundo es Ancho y Ajeno asediados por la codicia de los poderosos, aparecen en los relatos del Ciro Alegría no solamente en su apremiante realidad, sino también, en su épica grandeza.

La obra de Ciro Alegría es simplemente maravillosa, es la expresión más fidedigna de una realidad abrumadora, injusta y racista, y es él, el que busca alzar su voz de protesta y mezclándolo con sus experiencias dio como resultado una gama de obras de gran nivel intelectual, cada una con una historia diferente, un personaje diferente, pero esencialmente un mismo mensaje.

Muchos criticaron a Alegría por sus obras, por hablar de “indios inventados”, sin querer reconocer el  mérito literario de este gran autor, que es un emblema norteño de sensibilidad andina con aquellos que era los menospreciados por la sociedad.


Persecución

Cuando Ciro Alegría tenía 21 años se desató durante ocho días una insurrección popular en Trujillo, la rebelión más furiosa de la historia republicana del Perú, y en la que participó Alegría, que salvó milagrosamente su vida cuando el ejército asaltó el local del APRA y fusiló a cientos de personas. Pero no se libró de ingresar a la cárcel, donde fue brutalmente torturado.
Una vez conseguida su libertad, volvió a ser perseguido, debiendo huir por los Andes donde recorre la región del Marañón, entre cuyas gentes germina la idea de La Serpiente de Oro. Al cabo de unos meses lo encarcelaron de nuevo durante dos años en Celendín, Cajamarca, Trujillo y, finalmente, en Lima, hasta que el nuevo presidente Óscar Benavides promulgó una amnistía general y fue puesto en libertad en 1933. Trabaja de periodista en Lima y en 1934 es deportado a Chile en donde vivió más de dos décadas

Como ya se dijo anteriormente el APRA marcó toda una etapa de la vida de Ciro, el ya maduro autor tuvo que sufrir toda una serie de injusticias y malos tratos por ser un personaje aprista, que hasta ese entonces era un partido comunista que luchaba por la defensa de aquellos que eran marginados y explotados por los poderosos hacendados de ese entonces.
Es una pena que un escritor tan bueno haya tenido que vivir toda una vida fuera de su patria sólo por no soportar a la sociedad feudal de esos días, aquellas personas aristocráticas y de los gobiernos autoritarios que primaban.


Una nueva ideología

Ciro Alegría se vincula al aprismo antes que el APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana) sea partido político propiamente dicho; ya cuando él era estudiante en el Colegio San Juan empieza a  publicar un periódico llamado La Tribuna Sanjuanista, y posteriormente en la década del 20 trabajaba con algunos conocidos suyos,empezándose a relacionar con Antenor Orrego. Ya para 1927  formaba parte de la plana periodística del diario Norte y era uno de los integrantes del grupo El Norte.

A partir de allí empieza a militar en el partido aprista en la década del 30. Un año más tarde y por pedido de Orrego se dirige a Cajamarca y cae prisionero en la zona de Chilete, allí la policía lo toma prisionero, lo tortura, lo veja y lo trae a Trujillo; cuando se da la revolución del 7 de julio de 1932 y los apristas llegan a la Plaza de Armas toman la prefectura y la cárcell, y lo primero que hacen es sacar a Alegría de la prisión. Es muy importante esto porque a partir de 1948 cuando decide salir del partido político, a pesar de no ser formalmente aprista, la revolución marca su vida, siendo esto lo que motivará a sus dos novelas que hablarán de la revolución de Trujillo El Dilema de Krause y Lázaro, que iba a ser su gran novela incluso más importante que El Mundo es Ancho y Ajeno.
Ciro era la estrella dentro del grupo de los grandes poetas-narradores apristas, sobre todo porque su obra más es importante, El Mundo es Ancho y Ajeno, muestra la visión que la ideología aprista, Haya de la Torre, Luis Felipe de las Casa, entre otros, presentan del mundo andino y de la comunidad campesina.

El APRA fue una parte de suma importancia a lo largo de la vida ya adulta de Ciro Alegría, en gran parte fue este el motivo de sus injustas expulsiones del país y envíos a la cárcel. La ideología aprista y la de Ciro, se parecían mucho para ese entonces, ambos querían rescatar los derechos de los oprimidos, siendo esa la causa más importante por la cual en un primer momento Alegría decide entrar a la filas del todavía  no formado partido político.

Mentor y tutor


Ciro Alegría a sus cortos 17 ó 18 años se había dejado deslumbrar por la filosofía de Antenor Orrego, que para ese entonces se había convertido en uno de los personajes con mayor influencia en la vida de los jóvenes, siendo este el factor primordial que va a ocasionar el ingreso de Alegría a las filas del periódico trujillano El Norte.
Orrego, años atrás, había sido guía de César Vallejo, y es gracias a este que el vate universal llega a pulir su poesía como se muestra en Los Heraldos Negros o Trilce. Como Vallejo decide viajar a Lima, Orrego empieza a realizar una labor parecida con otros autores, siendo así como conoce a Ciro Alegría.

Desde el primer contacto, el mentor se pudo percatar que el nuevo pupilo no tenía tanta trascendencia en el verso como Vallejo, sino que iba descubriendo en él la facilidad de la narración. Llo tuvo cerca para adiestrarlo y terminó convirtiéndose en su hombre de confianza.
Alegría, gracias al nuevo maestro, descubre un nuevo mundo, un mundo donde primaban las ideas filosóficas, la política, las nuevas corrientes literarias, etc., mundo que le parecía ahora tan cercano, comprensible y de suma importancia, y que años anteriores habían sido palabras que él había escuchado simplemente.
Es así que, se va formando el perfil literario de Ciro Alegría, un genio narrativo que va a exteriorizar en sus obras una protesta por las injusticias cometidas en ese entonces, como productos de la influencia de Orrego y de sus experiencias.

El papel que cumple Antenor Orrego en la vida del escritor es quizá el más importante a lo largo se su vida, lo adiestro y pulió como sólo él sabía hacerlo hasta que Alegría consiguió tener la mente abierta a todas sus ideas filosóficas.
La relación Orrego – Alegría fue excepcional, ambos se habían convertido en un gran dúo, más que un simple mentor él era un tutor, un amigo, alguien de suma confianza. Este personaje que es poco mencionado en la biografía de Alegría, a pesar que fue él quien en verdad influyó más en la calidad de su narración.


Una nueva etapa


El periodismo se convirtió, para Ciro Alegría, en una actividad que lo habría de acompañar toda su vida.
En toda esta nueva etapa fueron tres los acontecimientos que fueron trascendentes para nuestro autor. El primero fue en 1927 con su ingreso formal al Grupo Norte, que para ese entonces se encontraba dirigido por Antenor Orrego, lo que le permitió vivir muy de cerca todos los incidentes políticos e ideológicos de este grupo de trujillanos.
La revolución de Trujillo en julio de 1932 se convirtió en el segundo factor trascendental en la etapa del joven escritor puesto que le tocó clumplir un papel activo, tanto en los preparativos insurreccionales que desde mediados de 1931 se habían iniciado, como en los actos mismos de defensa de la ciudad ante el ataque de las fuerzas del Ejército; y, finalmente, la prisión que generaría en Alegría la inspiración para retratar la cruda verdad.
Todos estos acontecimientos individuales y al mismo tiempo entrelazados, pero que tienen como punto de origen a Antenor Orrego y la influencia que tuvo en Ciro, fueron los que provocaron al autor de El Mundo es Ancho y Ajeno buscar un grupo que le permitiera expresarse abiertamente y no dejarse oprimir por la aristocracia trujillana.
 
La carrera de Alegría como periodista es interesante, desde su inicio hasta el fin, por todo lo que le tocó vivir. Fueron muchas las cosas que surgieron en su camino y que de cierta forma u otra van a marcar a Ciro, provocando en él una madurez plena como escritor consolidado.
Esta nueva etapa debe ser recordada por ser el punto clave de desarrollo intelectual y social de Ciro Alegría, pues conocerá a personajes importantes que poco a poco van a repercutir en la presencia del autor y ayudándolo a definir su verdadero estilo literario.

Los primeros pininos

Con catorce años a cuesta, Ciro Alegría regresa a la ciudad costeña de Trujillo para continuar sus estudios secundarios en el mismo colegio que años atrás había sido testigo de la admiración naciente de un pequeño a su profesor.
Su madre, doña María Bazán, era la que se encargó poco a poco de sembrar en el ya adolescente Ciro, la afición por la pluma, empezando así a escribir sus primeros relatos, aunque sin gran trascendencia en los concursos. A la muerte de su madre, dos años más tarde, comienza en él una nueva etapa, la de periodista.
Su primera revista fue, Juventud, y posteriormente en el año 1927 junto con otro compañero publicaron el periódico la Tribuna Sanjuanista, le fue tan bien en la labor periodística que tiempo después lo llamaron de el periódico El Norte, de Antenor Orrego, como colaborador, y de este periódico pasó en 1930 a La Industria de Trujillo, pero a pesar de esta nueva faceta Alegría no dejaba de escribir sus poemas y relatos como doña María le había inculcado.




Anécdotas: Alegría – Vallejo, alumno - profesor




Sólo un año bastó para que el pequeño Ciro se convirtiera en un gran admirador de Vallejo, pese a no comprender en ese entonces muchos de sus poemas. En sus memorias Ciro Alegría nos ha dejado interesantes y graciosas anécdotas ocurridas durante ese año de estudios, que a la par nos hacen conocer un lado para muchos desconocidos del gran César Vallejo.

  • Algo que le complacía mucho era hacernos contar historias, hablar de las cosas triviales que veíamos cada día. He pensado después en que sin duda encontraba deleite en ver la vida a través de la mirada limpia de los niños y sorprendía secretas fuentes de poesía en su lenguaje lleno de impensadas metáforas. Tal vez trataba también de despertar nuestras aptitudes de observación y creación. Lo cierto es que, frecuentemente, nos decía: "Vamos a conversar"... Cierta vez se interesó grandemente en el relato que yo hice acerca de las aves de corral de mi casa. Me tuvo toda la hora contando cómo peleaban el pavo y el gallo, la forma en que la pata nadaba con sus crías en el pozo y cosas así. Cuando me callaba, ahí estaba él con una pregunta acuciante. Sonreía mirándome con sus ojos brillantes y daba golpecitos con la yema de los dedos, sobre la mesa. Cuando la campana sonó anunciando el recreo, me dijo: "Has contado bien". Sospecho que ése fue mi primer éxito literario.




  • Había que verlo cuando hacía de detective. Estaba prohibido comer frutas o chupar caramelos durante la hora de clase. Los chicos solíamos comprar preferentemente, por la razón de que eran abundantes y baratos, unos caramelos a los que llamábamos cuadrados, mercancía que más prodigaba la escasa generosidad de los dulceros estacionados en la esquina del plantel. Vallejo, con la cara metida en el libro, fingía leer mientras alguno le daba la lección, pero lo que en realidad hacía era echar bajo las cejas miradas exploradoras sobre toda la clase. Cuando descubría a algún delincuente se erguía con una sonrisa triunfal y, yendo hacia él, lo amonestaba: "¿No he dicho que no coman cuadraos en clase?". En seguida le quitaba los caramelos, sacándolos con aspaventera diligencia de los bolsillos, y los repartía entre todos o los más próximos según la cantidad. Nunca supe si lo que le gustaba más era sorprender a los infractores o repartir los caramelos entre los chicos. Durante tales batidas nos embargaba su mismo espíritu juguetón y reíamos todos llenos de felicidad.




  • Por las mañanas llegaba a clase minutos después de la primera campanada y aun con un retardo más considerable. Entrábamos a las ocho, pero acaso se entregaba mucho a la vigilia de la creación o a trasnochar en compañía de amigos -que lo eran suyos todos los escritores jóvenes de la ciudad- o a sus estudios de universitario, de modo que el sueño lo retenía demasiado. Su impuntualidad alcanzó tal grado que, cierta mañana, el propio rector del colegio acudió a ver lo que pasaba y se puso a tomarnos la lección. Cuando Vallejo arribó, se produjo una escena embarazosa que el rector cortó diciéndole que pasara por su oficina a la hora de salida. Durante un tiempo estuvo llegando temprano, pero después volvió a las andadas y, aunque ya no con tanta frecuencia, seguía presentándose tarde.


César Vallejo es, fue y será siempre recordado por su melancólica y sombría presencia, por parecer ser un hombre triste que carga sobre sí muchas penurias; sin embargo, es sorprendente y muy interesante analizar su faceta como maestro, esa dulzura con la que podía tratar a tantos pequeños y su corazón generoso y un tanto pícaro al descubrir las fechorías de los niños.
Ciro admiraba mucho a su profesor, él se convirtió para el pequeño en el escritor que, aunque era poco comprensible para su corta edad, le proporcionaba una sensación de confianza inexplicable, pues había logrado vislumbrar una cara de Vallejo que muchos no querían conocer.
Las vivencias que van a marcar la infancia de Alegría son unas de las más hermosas, porque nos muestran el nuevo descubrir de un niño ante los ojos de un ser admirado por pocos, odiado por muchos y  envidiado  por otros, porque a través de su inocencia fue capaz de tocar el alma sensible de Vallejo, y motivarse en él para ser un gran escritor.

Un encuentro diferente







Corría el año 1917, Ciro Alegría tenía ya siete años de edad, cuando su abuelo decidió que debería ir a estudiar a Trujillo. En la ciudad costeña lo esperaban sus abuelos maternos, quienes se encargarían de él mientras acudiera al colegio.
Había sido una decisión tomada por José Alegría, padre del autor, que el pequeño Ciro estudiara en primer año de primaria en el Colegio San Juan, ya que todos los hombres de la familia se habían educado allí. A pesar de los comentarios en contra del futuro maestro del niño como: “el hombre al que le faltaba un tornillo”, “ese que se cree poeta”; Cesar Vallejo se convertiría en su profesor por ese año.
Se había acercado el día decisivo y aunque fue mucha la controversia por el bendito profesor, Ciro estaba allí entre asustado e intrigado cuando de pronto vio a quien sería su profesor, Vallejo estaba allí “como un árbol desojado” como bien lo describió el pequeño autor.
Al llegar el momento de la presentación Alegría se sintió un tanto extraño. Aquel hombre no era ni un loco ni un idiota como decían, si no que al contrario, era una persona que a pesar de su aspecto triste y de la melancolía propia de su ser que muchas veces había producido en el niño cierta pena al acordarse de su tierra, era un ser con mucha sensibilidad, dulzura y alegría.
En una parte de Mucha Suerte con Harto Palo Ciro menciona una perfecta descripción de quien fuera en ese entonces una de las personas que más admiraría: César Vallejo -siempre me ha parecido que ésa fue la primera vez que lo vi- estaba con las manos sobre la mesa y la cara vuelta hacia la puerta. Bajo la abundosa melena negra su faz mostraba líneas duras y definidas. La nariz era enérgica y el mentón, más enérgico todavía, sobresalía en la parte inferior como una quilla. Sus ojos oscuros -no recuerdo si eran grises o negros- brillaban como si hubiera lágrimas en ellos. Su traje era uno viejo y luido y, cerrando la abertura del cuello blando, una pequeña corbata de lazo estaba anudada con descuido. Se puso a fumar y siguió mirando hacia la puerta, por la cual entraba la clara luz de abril. Pensaba o soñaba quién sabe qué cosas. De todo su ser fluía una gran tristeza. Nunca he visto un hombre que pareciera más triste. Su dolor era a la vez una secreta y sostensible condición, que terminó por contagiárseme.
Cierta extraña e inexplicable pena me sobrecogió. Aunque a primera vista pudiera parecer tranquilo, había algo profundamente desgarrado en aquel hombre que yo no entendí sino sentí con toda mi despierta y alerta sensibilidad de niño.


La relación Alegría – Vallejo es una de las más maravillosas, pues guarda la ilusión de un primer maestro, de un primer año, del comienzo de una nueva etapa. Vallejo para ese entonces era una de los personajes más controversiales para la sociedad trujillana, pues llevaba sobre sí el estigma de ser un “cholo”, de ser alguien que creía ser poeta mezclando en sus creaciones cosas poco ilógicas como por ejemplo, las cebollas.
La venida a Trujillo de Alegría marca el inicio de otra etapa en la vida del pequeño, donde ahora observaba e intentaba comprender la melancólica presencia de aquel personaje que había despertado en él esa mezcla de sentimientos que muchas veces ni él mismo entendía, pero que sólo el hecho mismo de sentirlas provocaba en Ciro ternura por el profesor incomprendido y pena por el dolor que sentía en su triste vida.


Primeras enseñanzas

Cuando Ciro tenía 6 años su padre recibió un disparo, el proceso de recuperación fue aprovechado por Don José Alegría para enseñarle a leer y escribir a su hijo. A los 7 años de edad Ciro se muda con sus padres a vivir a la Hacienda Marcabal Grande, que era propiedad de su abuelo Teodoro Alegría, ubicada a orillas del rio Marañón.
Todo el tiempo que Ciro pasó en su tierra, ya sea entre los 6 y 7 años o cuando regresó por haberse enfermado de paludismo en Trujillo a los 14 años, influenció en el estilo que adoptaría años más tarde ya que en Marcabal convivió estrechamente con peones, indios y cholos, con los que intimó profundamente. Muchos de ellos eran grandes narradores orales de cuentos, y de esta rica y variada cultura oral le empezó la temprana afición al relato.
Toda esta influencia la recalca en una parte de sus memorias: De tal vida no me habría de olvidar jamás y tampoco de las experiencias que adquirí andando por los jadeantes caminos de la cordillera, de los hechos de dolor que vi, de las historias que escuché. Mis padres fueron mis primeros maestros, pero todo el pueblo peruano terminó por moldearme a su manera y me hizo entender su dolor, su alegría, sus dones mayores y poco reconocidos de inteligencia y fortaleza, su capacidad creadora, su constancia.

Los padres son, fueron y serán una gran influencia en la vida de los hijos, siendo en gran parte ellos los que se van a encargar de forjar en sus vástagos muchas de las costumbres que a lo largo de la vida los acompañarán. Esto se nota en la vida de Alegría, pues sus padres cumplirán una gran labor en su educación y en la formación analítica de la realidad, una realidad que le proporcionará a Ciro un gran conocimiento de las costumbres, penurias y alegría de los indios y cholos.
Este pasaje de la vida del autor es quizá uno de los más importantes, porque es aquí donde se empieza a moldear el carácter y el juicio crítico del narrador.

Ciro Smith

Sabías que... el nombre de nuestro escritor fue debido a la afición de su tía Rosa, hermana menor de su padre, a quien le había fascinado La Isla Misteriosa de Julio Verne y más aún el personaje central de la obra, llamado precisamente Ciro. Fue entonces cuando le escribió a su hermano desde la hacienda de sus padres, pidiéndole que le pusieran tal nombre a su sobrino.

Ciro Alegría hace referencia a este hecho en sus memorias: Tal se advierte, la ocurrencia provino de la impresión causada por un personaje novelesco, captado entre censura familiar, y tomó cuerpo en mí de muy cordial manera. Años más tarde, siendo a mi vez un muchacho lector de Verne, recorrí las páginas de La Isla Misteriosa con acrecentada curiosidad. El ingeniero Ciro Smith, que llega con algunos más a una isla deshabitada, para mayor conflicto en un globo, es todo un héroe de Verne. Hombre inteligente, simpático, lleno de recursos. Recuerdo todavía que una de sus primeras hazañas es hacer fuego concentrando los rayos del sol con las lunas de su reloj. Mi tocayo me interesó, pero no me dieron ganas de imitarlo. Yo había resuelto, aunque medio soñando, ser escritor. Mi isla misteriosa debía ser la vida.


La pasión por la lectura de la familia Alegría, como se puede apreciar, venía desde muchos años atrás convirtiéndose en parte de su cultura; no sólo decimos esto por su tía Rosa, sino también por el padre de Ciro Alegría, hombre culto y de gran conocimiento que se convertiría en una pieza fundamental en el desarrollo del pequeño.
Es por esto que se tomó este fragmento de la vida de Alegría, para mostrar la cercanía a la lectura de su familia y que serviría de base para su futuro desarrollo.



Sartimbamba, cuna de Ciro Alegría

El distrito de Sartimbamba se encuentra a 125 km de Huamachuco, a 2800 m.s.n.m. y a 4 leguas del río Marañón. Por el norte limita con Cajamarca, por el este con Bolívar y Pataz, por el oeste con Marcabal y Chugay y por el sur con Cochorco. Está compuesto por los siguientes caseríos: Brasil, Cachipampa, Cacho, Chepís, Collona, Chugurbamba, Santa Bárbara, Ganzul, La victoria, Manancancho, Marcabal grande, Llaupuy, Pueblo libre, San Alfonzo, San Felipe I, San felipe II. San Martín, San Mateo, Sartín grande, Lanla, Talpo, Minaspampa, Pata Chacra, Pomabamba.

La historia señala que fue a este distrito a donde llegó Francisco Pizarro, descubriendo, como en muchos otros lugares, una gran riqueza aurífera. Durante el proceso de exploración local, encontró un sartén fabricado en su totalidad de oro macizo, y se cree que fue por este hallazgo que este distrito recibió el nombre que posee en la actualidad (Sartim). Se empezó a formar durante la época colonial y republicana en un paso obligado hacia el Valle del Marañón.

Como lugares turísticos para visitar tenemos a Quillca donde se encuentra la casa de Don Ciro Alegría Bazán. También tenemos la piedra Quillca que es admirada por sus jeroglíficos. A 4 leguas del pueblo de Sartimbamba se encuentra "El Temple" que es el valle donde cruza el río Marañón del cual Ciro Alegría se inspiró para darle nombre a su obra La Serpiente de Oro.


Biografía

Nace el 4 de noviembre de 1909, en la hacienda de Quilca, distrito de Sartimbamba, provincia de Sánchez Carrión, departamento de La Libertad.

Hijo de don José Eliseo Alegría Lynch, y de doña María Herminia Bazán Lynch.
Es matriculado al primer grado de primaria en el Colegio San Juan, teniendo como maestro a César Vallejo de quien hace después una semblanza. Enferma de paludismo y tiene que regresar al año siguiente a su tierra.
Termina su primaria en el Instituto Moderno de Cajamarca.
En el tiempo que permaneció en Cajamarca, hasta 1923, vive en contacto muy directo con la tierra, los indios y los cholos de la hacienda de su abuelo.
  • En 1924 regresa a Trujillo para continuar sus estudios secundarios en el colegio San Juan, dejando como huella luminosa la creación del periódico escolar La Tribuna Sanjuanista. Al término de su secundaria ingresa a la Universidad Nacional de Trujillo, simultáneamente trabaja como reportero policial en el periódico La Industria.
  • Antenor Orrego, director del periódico El Norte, aprecia sus inquietudes y lo llama para que colabore en su periódico. Es incorporado al grupo literario Norte. Posteriormente trabaja en La Tribuna.


  •  En 1931 se inscribe en el Partido Aprista Peruano, desde ese momento sufre una cadena de persecuciones y sufrimientos que afectan su salud.
  • En 1932 es tomado prisionero, luego liberado; juzgado en ausencia; desterrado a Chile, siendo aquí donde escribe sus mejores obras.


  • En 1957 se casa con Dora Varona, dama cubana.


  • El 23 de abril de 1960 es incorporado a la Academia Peruana de la Lengua.


  • Víctima de una hemorragia cerebral, muere en Lima el 17 de febrero de 1967. En sus funerales recibió honores de Ministro y póstumamente se le otorgó las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta.



Introducción



Ciro Alegría, entre los novelistas peruanos ocupa un sitial de privilegio.







Alegría, es uno de los autores más resaltantes en nuestra literatura, es sencillamente uno de los hombres más grandes y excepcionales con los que ha contado el Perú, pues ha tenido la gran labor de mostrar a la sociedad la parte humana del indio, desenmarañando la complejidad de su ser para darle otro matiz a su existencia.
Clorinda Matto de Turner y Enrique López Albújar son los que van a empezar con esta gran misión, siendo Ciro Alegría y José María Arguedas los que van a conducir a este pensamiento a su momento más importante, puesto que gracias a ellos se empieza a analizar a la figura del peruano autóctono a su plenitud, ya no como un ser relegado que tiene que esperar las miserias del resto, sino como un ser de carne y hueso que posee penas, dolores, inquietudes y alegrías.
Es un verdadero orgullo poder decir que somos peruanos y más aún poder decir somos liberteños, pues contamos con grandes autores como lo son César Vallejo, el poeta incomprendido, y Ciro Alegría, el defensor del indio norteño. Nosotros, como jóvenes, deberíamos tomar conciencia de la gran labor que estos personajes han realizado, valorar su trabajo, leyendo sus obras o por lo menos conociendo un poco de su historia, que más que obligación debería ser parte de nuestra cultura y agradecimiento por todo aquello que han logrado a lo largo de la historia.